Por fin llegó el verano, termina el ciclo escolar, se
reciben las notas de los hijos.
Hace poco una persona me compartía que su
hijo de 16 años que estudia en la ESO aprobó 2 asignaturas de 9.
Esto es: ¡
reprobó 7 !
Con la que está cayendo y muchos jóvenes
no tienen rumbo. Viven el día a día conectados a las redes sociales, el
ordenador o la consola.
¿Pero y qué pasa con los padres?, ¿son
responsables del fracaso escolar?.
En parte sí, por ser tan tolerantes, no
somos capaces de educar a nuestros hijos. No podemos decirles que no; tampoco
somos capaces de ponerles un correctivo.
En época de recortes y con la LeyOrgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) cocinándose o
cocinada, muchos padres, maestros y alumnos protestan por el endurecimiento en
la asignación de las becas. ¿Les parece bien pedir una nota de 5 para
acceder a una beca? ¿es excesivo pedir que se apruebe el 100% de los créditos
para renovar la ayuda al curso siguiente?
Aquellos que pagamos impuestos y que
sabemos que parte de nuestra contribución va para financiar becas, lo menos que podemos pedir es que sean
otorgadas a estudiantes que obtengan buenas notas. Si queremos salir de la mediocridad,
no aceptemos notas mediocres.
Es decir, invertir en los jóvenes que en
algún momento contribuyan a recuperar la inversión social que todos hacemos en
ellos.
Para aquellos que necesitan otros apoyos sociales,
habrá que buscar mecanismos para mejorar su situación y ser solidarios.
¿Qué hacer con un hij@ que te dice que no
quiere estudiar?
Antes les decías “ponte a trabajar”, pero
ahora el trabajo está para personas con perfiles de alta tecnología,
telecomunicaciones, aeronáutica, desarrollo de software, sanidad, ingeniería, etc. Y para
llegar a eso...¡¡¡ hay que estudiar!!!!
Para cuando mejore la economía, aquellos
que no estén preparados, seguirán penando por un empleo.
¿Quieres que tus hij@as sean mediocres?