1. Alimentos
2. Colegio, cursos
3. Alquiler
4. Transporte
5. Ropa
6. Vacaciones
¿Dónde vivir? Esta pregunta nos la formulamos todos cuando llegamos a un sitio nuevo. Tal vez la primer pregunta que deberíamos hacernos es si nuestra estancia será a largo o corto plazo. ¿Piensas hechar raices?, es decír, ¿quieres casarte o ya estas casado?, tienes futuro profesional, tus hijos podrán estudiar y sobre todo cuanto tiempo das para volver a vivir a tu país.
La situación es compleja por las expectativas económicas, razón por la que muchas familias tienen que moverse, sin embargo cuando tienes hijos en ocasiones se decide que un miembro de la familia se mueva y el resto continúe en el mismo sitio, para evitar hacer una mudanza importante, buscar colegios y volver a empezar- Todo esto a la espera de ver que el miembro que se mueve se estabilice y entonces puedan todos moverse o si volverás a tú país a la primera oportunidad.
Entonces debes considerar un
alquiler, las condiciones en España son gentiles para quien alquila
vivienda, puedes encontrar un piso amueblado y no compras muebles y al existir un contrato estás protegido; si se descompone algún electrodoméstico o se daña la vivienda el dueño debe arreglarlo e incluso puedes deducir el alquiler. Considera que no podrás modificarla y los muebles o accesorios que compres tendrás que venderlos o colocarlos antes de irte porque elevará los costos de vuelta a tu país.
Por otro lado si tienes hijos mayores, un negocio o trabajo productivos y sobre todo piensas instalarte de forma definitiva en el país, entonces aprovecha la situación. Actualmente, se ofertan muchas opciones para adquitir vivienda con descuentos atractivos y puedes llevarte gratas sorpresas- A los bancos, ya con la burbuja reventada les interesa vender las viviendas porque están vacías y dañándose.
Si alquilas sabes que será dinero que no vas a recuperar y tendrás que adaptarte a lo que te ofrezcan, los muebles que tengan y muchas veces son viviendas viejas que aunque funcionales no tienen una vida ya muy larga.
Si compras, estás haciendo una inversión que se volverá la herencia de tus hijos y que aunque se devalúe será un bien de inversión pero a largo plazo, nunca y menos ahora a mediano plazo.
No te olvides de considerar en tu presupuesto los gastos de escrituración, impuestos (IVA), el seguro y tener un
ahorro para otros gastos.
En ambas situaciones, estos son algunos puntos que debes considerar antes de comprar o rentar:
¿Piso o casa?
¿Cuántos dormitorios necesitas? Incluye el estudio y/o para visitas
· ¿Cuántos baños?
· ¿Vivirás solo o con familia?
· ¿Cuánto tiempo estarás?
· ¿Tiene armarios? ¿Cuántos?
· ¿Quieres jardín o césped?
· ¿Estas dispuesto a hacer mantenimiento a la casa, reparar averías, o limpiar el jardín?
· ¿Cuenta con garage? O tienes que alquilarlo aparte
· Si tienes mascotas ¿Se permiten en la vivienda?
· ¿Necesitas trastero? ¿Debes alquilarlo?
· ¿Está dañada la pintura exterior de la casa?
· ¿El sistema de calefacción o de aire acondicionado central funciona
bien?
· ¿La ubicación de la vivienda te causará que en verano gastes en aire acondicionado para enfriarla y en invierno este helada y necesites calefacción?
· ¿Qué tan bien funcionan los electrodomésticos, como el frigorífico?
· Las condiciones generales: El piso ¿tiene rajaduras?
Si es madera, ¿está pulido y barnizado o áspero y gastado?
· ¿Qué tan segura es la vivienda? Tiene sistema de seguridad o buenas puertas y cerraduras?
Valora las diferentes opciones respondiendo a las preguntas planteadas, porque dependiendo de tu situación alquilar o comprar una vivienda indistintamente, puede ser una buena inversión o un mal gasto.